China El país de los contrastes

China El país de los contrastes: Hong Kong, Shanghai y Beijing tres ciudades completamente distintas pero llenas de encantos

China El país de los contrastes: Hong Kong, Shanghai y Beijing tres ciudades completamente distintas pero llenas de encantos

Serxu Solares

China, solo puedo empezar diciendo que este es un viaje que no hay que perderse, todo el mundo debería disfrutar esta experiencia antes de morir. Cuando empecé a preparar el recorrido por la inmensa China, lo primero que haces es empezar a buscar, es un territorio desconocido, con una gran barrera idiomática y por lo tanto intentas que se te escapen las menos cosas posibles, buscas viajes organizados o que te lo den lo mas atado posible, pero hay un problema, todos te ofrecen cosas demasiado encorsetadas y en definitiva que no encajaban para nada con lo que nosotros buscábamos para nuestra experiencia.

Yo tenía claro que era lo que quería y después de venir de allí y de de encontrarme con uno de Xixón en el medio de Shanghai que iba en un viaje de estos con todo organizado, lo he confirmado… Mi elección ha sido Hong – Kong, Shanghai y Beijing. Todo se puede hacer por internet y los hoteles internacionales son de calidad, hay muchos y grandes y por lo tanto es mas fácil conseguir buenos precios allí que desde aquí.

Pero vamos a comenzar con lo interesante y lo mejor es hacerlo rompiendo algún mito que os va a sorprender

Mito 1: China no es barato, y a ver me explico, los chinos ganan el salario mínimo en China es de 285 €/mes y el salario medio de un camarero es de 620€ o el de un albañil 710€, por lo tanto, la China de los chinos es económica, puedes localizar bares en los que disfrutar de una comida a un precio de unos 5 € persona, pero la realidad es que en las grandes ciudades casi todo está pensado para los turistas, especialmente Shanghai y Beijing.

Perderse por cualaquiera de estos sitios implica gastar dinero.

Hong Kong

Os recomiendo que no contratéis los traslados del aeropuerto al centro de la ciudad y viceversa; va un tren rápido que no tarda mas de media hora. El taxi es caro, no merece la pena, porque tiene un fantástico metro, muy moderno y que recurre la ciudad bajo tierra. Si lo que quieres es tener buenas vistas, coge el tranvía, cualquiera de los dos vale unos céntimos de euro y merece la pena subirse al segundo piso de este en las ventanas delanteras, una gran experiencia.

Si las utilizas las guías típicas te meten paja montones y lo que hay que hacer de verdad es perderse, callejear. Hay cosas imprescindibles, subirse al Star Ferry que cruza de un lado al otro de la ciudad, de la Isla de Hong Kong a New Kowloon, tarda apenas 5 minutos y disfrutaras de vistas increíbles de noche y el precio es muy económico .

Si te apasiona el mundo gastronómico o  quieres vivir una experiencia única, no lo dudes y piérdete en uno de los Wet Markets, donde podrás ver pescados vivos que te los desescaman o filetean todavía coleando, ver las entrañas de los animales colgando de un gancho, etc.

The Peak, cogiendo la entrada mas cara que te permite subir a la Sky Terrace desde donde te vas a maravillar con las increíbles vistas, cierra a las once la noche por lo que es mejor que hagas visita nocturna. Quitando las vistas y la experiencia de ir en el Peak Tram (funicular) que te sube hasta el pico Vitoria el resto es un centro comercial en el que no es recomendable gastar, para que os hagáis una idea subir cuesta aproximadamente 12 € persona y 8 postales 20 €.

Podéis ir a algún mercado y también coger el ferry para ir a ver a la Buda más grande del mundo o incluso a Macau (un pequeño Las Vegas, lleno de casinos y sitios de ocio) mas menos a 1 hora, pero este no es imprescindible. Si vais con críos, estos seguro que lo pasan en grande en el parque temático de Disney.

Para los amantes de la gastronomía, deciros que Macau y Hong Kong son de las ciudades con mayor número de estrellas Michelin del mundo. Yo he cenado en el que dicen que es el mejor de china, Lung King Heen en el Four Seasons Hotel, es un 3 estrellas Michelin Chino y en la lista de los 50 mejores restaurantes de Asia y que para nada me volvió loco, bueno al final con la nota, ahí si que se parece a los de Europa, alrededor de 250€ por persona con vino.

Sitios interesantes para comer, muchos, Wong Chi Kei, en Wellington Street, el alcohol es muy caro incluída la cerveza, por ejemplo en este sitio de una nota para dos personas de 26 €, 9,8 € han sido de cerveza.

Yun Kee en la misma calle, el mas famoso de los restaurantes de cocina cantonesa de la ciudad, su oca es reconocida desde 1942, un poco caro y de gran alboroto pero está bien, precio medio con cervezas 35 €/persona.

San Lung en la calle Sai Yeung Choi, el mejor para vivir una experiencia en uno de los sitios donde comen los chinos, no suelen dar mesa compartida a los turistas, pero puede tocarte, nosotros éramos los únicos no chinos del bar, deliciosas viandas, incluida una de las famosas sopas wonton picantes y han sido 22 € de lo que algo mas de la mitad han sido las cervezas.

Shanghai

Empezaré hablando de esta ciudad rompiendo otro mito y me temo que tengo que desilusionaros tambien. China no es el país de las imitaciones a 1 €.  Shanghai tiene más centros comerciales y tiendas que cualquiera de las metrópolis europeas. En los últimos años, todas las grandes firmas han ido ganando posiciones y estando presentes. Hay centros comerciales de lujo que solo tienen tiendas como Cartier, Tifannys, Armani, Dolce & Gabana, y Zara… Porque el grupo Inditex tiene una gran presencia en aquel mercado.

Pero no nos engañemos, por supuesto que hay imitaciones, baratas casi siempre malas y caras que son idénticas a las originales pero que tienen precios bajos con respecto al original pero altos para los bolsillos medios españoles. Shanghai se divide en dos grandes partes que están separadas por el rio Huangpu.

A un lado el Pudong, la ciudad mas moderna, donde se encuentran edificios como el World Financial Center que con 492 metros de altura es de los mas altos del mundo; o la espectacular Jin Mao Tower, haciendo de compañeros de viaje de la Oriental Pearl Tv Tower.

Esta es una zona fundamentalmente comercial donde están muchos de locales y espacios para los turistas y en la que te podían vender casi cualquier cosa; una mezcla entre lo mas espectacular, moderno e increíble, como la tienda de Louis Vuitton o lo mas rancio como espacios llenos de pobreza y en la que la higiene deja bastante que desear.

Al otro lado del Huangpu, el Bund, el Shanghai mas colonial, en el que estan los edificios históricos y donde se encuentra la Old City (aunque muy enfocada al turismo y con establecimientos como Mc Donald’s o Pizza Hut, llena de encantos ancestrales. Dentro de ella está el Yu Garden, como en casi todos los parques que tienen algo de atractivo hay que pagar, en este unos 7 € por persona.

Son diferentes edificios históricos y pabellones, un paseo que no es muy agradable por la masificación, hay que madrugar para no encontrarte con cientos de turistas, procura ir en día laborable para evitar a los turistas chinos tremendamente mal educados que tratan de colarse siempre.

Y si decidís entrar no perdáis la ocasión de disfrutar de La Casa de los Tes, donde te invitan a probar, seguro de que caerás en la tentación, las mezclas son mágicas con gran aroma y muy sabrosos, sin necesidad de ningún tipo de edulcorante y nada que ver con la mayor parte de lo que llegan aquí.

Yo he comprado allí pero me equivoque. Como sitio para los turistas los precios están mas que inflados y puedes encontrar en algunas de las muchas tiendas de té que hay por la calle hasta diez veces mas barato y con la misma calidad. En este lado del rio son visitas obligadas por su espectacularidad el Templo del Buda Jade y el del Jing’an, en la mayor parte de las guias aparece el primero pero no el segundo, puedo garantizaros que es mas sorprendente el del Jing’an.

Tiene encanto también, pero no pasaría nada si no lo veis, Xintiandí. Pero no os podéis ir de Shanghai sin hacer el crucero por el rio Huangpu de noche o cuando empieza el atardecer para ver el Skyline iluminarse. Nadie como los chinos es capaz de iluminar, allí está todo con luces, hasta los árboles de las calles, parece una navidad permanente.

Hay algunos barcos para hacer el crucero, pero el mas espectacular es uno que lleva unos dragones a los lados dorados y especialmente hacerlo arriba en la pajarera.

Hay algunas cosas recomendadas por las guías como imprescindibles pero hay que huir de ellas, por ejemplo la Oriental Pearl es bonita por fuera, pero dentro no tiene ningún interés. Si no quieres tirar el dinero no subas, es mucho mejor el del World Financial Center. Por cierto y antes de meternos en lo gastronómico, no subáis ni locos el BIG BUS, una especie de bus turístico que termina muy temprano, es carísimo y va a toda velocidad, parece mas bien que está tratando de batir un récord, nada que ver con lo que estamos habituados en España.

El taxi y el metro, las dos mejores opciones de moverse, son baratos y eficientes. Cuidado cuando vas por calle, no respetan los semáforos, hay motos y bicicletas por todos los lados, incluida la acera y el peatón es el último mono, así que mil ojos.

Gastronómicamente Shanghai puede ofrecerte cosas interesantes también, Chongqing Noodles un sitio con el letrero solo en chino en Guizhou Rd y junto al Iforest Hostel, una oferta de sopas con diferentes ingredientes. Food Court en East Nanjing Road es como un mercado con diferentes puestos en dos plantas y mesas comunes, divertido. TMSK en el centro comercial abierto de Xintiandi, allí tienes muchas otras opciones mejores o peores.

Hay que ir a la Torre Mao e intentar entrar en el exclusivo Cloud 9 en la planta 87, inmejorables vistas, tranquilidad, pocos turistas y saborear un atractivo cóctel, combinación perfecta.

Beijing

Para terminar este pequeño recorrido por la extensa China hay que visitar una de esas ciudades imprescindibles que sigue en plena evolución y que mantiene todos los encantos del país de los emperadores y la Gran Muralla. Beijing desde que fuera la sede de los Juegos Olímpicos no es lo mismo, todo el mundo con el que hablas lo dice; con ellos llegó la modernidad y ha acabado con muchos de los encantos que tenía, pero sin duda sigue manteniendo atractivos suficientes para afirmar que hay que venir aquí antes de morir.

Es una visita obligada. Pero son importantes algunos datos para no un tener problemas. El inicio del viaje tiene que ser bueno, con los hoteles contratados y todo lo mejor organizado posible a no ser que hables chino; y me explico, los chinos hablan chino y nada más. Hay muy pocos que entiendan otro idioma, incluso la gente joven.

Coger un taxi puede convertirse en una odisea y mas si encuentras un día lluvioso, lo primero porque al ver un occidental buena parte de ellos ya no paran para evitar la dificultad del idioma y de los que lo hacen, pocos o ninguno te llevarán al destino si este no cumple con lo que le interesa al taxista; que vayas en la dirección contraria al sentido de su marcha; que el recorrido sea muy largo; que estés, como era nuestro caso, alojado en un hotel céntrico, etc, tened en cuenta que los trayectos en taxi no tienen nada que ver con España.

Si decía que Shangai era barato en Beijing es regalado, se parte de la ridícula cantidad de 13 Yuanes de día y 14 de noche, ese al cambio viene a ser menos de 2 € con el recorres los tres primeros kilómetros y luego cada kilómetro, si no por tiempo, si no por espacio recorrido vale 2,3 Yuanes, por eso quieren recorridos cortos y rápidos porque necesitan facturar mucho para llevarse un plato a casa.

El metro tambien es muy barato, aunque no un tan bueno como el de Shanghai y está atestado siempre de gente a casi todas las horas, pero insoportable en las horas puntas, con empujados oficiales del metro que tratan de meter a la gente donde ya no coge nada más; hay que hacerse fuerte y evitar que te metan mas allá de la puerta, si te bajas pronto, porque lo mas probable que es te quedas dentro el vagón.

Otra recomendación es llevar las direcciones escritas en Chino de los sitios donde quieres ir (esto te lo hacen sin problema en el hotel) y no te fíes en exceso de los planos, especialmente en las distancias, la ciudad es tan grande que lo que te puede parecer que está el lado está a 5 kilómetros.

Una última recomendación, llevar efectivo bastante ya que en muchos sitios no admiten tarjetas. Pero claro está que aunque haya dificultades, venir a China y marchar de ella sin pasar por aquí es como no haber venido, aunque solo sea por ver la Gran Muralla.

La mayor parte de nosotros ha oido hablar de este espacio lleno de encantos, pero hasta que no estás ahí, no te das cuenta de lo que es en realidad. Nosotros hemos escogido una zona de la Gran Muralla mas alejada del centro urbano, concretamente en el distrito de Huairou, la zona conocida como Mutianyu. Las recomendaciones eran que no fuéramos a la zona más turística por que aquello parecía un mercadillo en el que casi que no podrías hacer una foto sin que apareciese alguien.

Al llegar pensamos que nos habían engañado por que no había un sitio donde donde dejar el coche, pero no era así, además y aunque parezca increíble encontramos por segunda vez en este viaje (la primera ha sido en Shanghai) a unos asturianos, el grito de Puxa Sporting al verme con la camiseta del equipo, despertó nuestras miradas y nos alegró el día.

Hemos Escogido como medio para subir un telesilla al que denominan teleférico y para bajar el tobogán por el que te deslizas con un especie de patinete que manejas con un freno entre las piernas, una experiencia altamente recomendable. En la propia Muralla y como no podía ser de otra manera tienes souvenirs a montones y gente vendiéndote de casi todo, no compréis ningún tipo de agua a los vendedores ambulantes, llevarlo comprado de de un establecimiento de la ciudad.

Pero no solo esta extensa ciudad de mas de veinte millones de habitantes tiene la Gran Muralla, hay algunas cosas interesantes e imprescindibles. La Ciudad Prohibida que hace conjunto con la Plaza de Tianamen o el templo de Yong He Gong, donde encontrarás Buda mas grande del mundo construido en interior y un montón de gente rezando en distintos espacios llenos de magia de antes, o el Beihai Park un espacio verde con tres lagos artificiales impresionantes donde puedes pasear con diferentes barcas y ver personajes variopintos.

Visitas muchas y todo depende del tiempo y el dinero o las ganas que tengas, un espectáculo de Kung Fu, la ópera china, los espectáculos de acrobacias, El Templo del Cielo, el Palacio de Verano y por supuesto la Villa Olímpica.

Gastronómicamente hablando hay cosas interesantísimas: La Snack Street, por ejemplo donde se ponen una colección de chiringuitos que venden toda clase de insectos y otros bichitos, todo de buen aspecto y cuidada higiene, algo que me sorprendió gratamente y me ha hecho probar varios, serpiente, cucarachas, lombrices, hormigas, saltamontes, ciempiés…

Pero sin duda el plato estrella es el Pato Pekines, todo un ritual gastronómico que empieza en la propia crianza del pato y finaliza en el servicio, lamido por partes delante el cliente. El sitio mas famoso para comerlo, pero también donde resulta más complicado hacerlo por los horarios y la cantidad de gente que lo frecuenta, es el Restaurante Roasted Duck en el número 32 de Quianmen Dajie, una de las zonas recuperadas en la era los Juegos Olímpicos y que se convirtió en un eje comercial de gran atractivo.

Y si quieres ir al que está considerado el mejor de la ciudad, pero que poco o nada tiene que ver con la gastronomía China, está el contemporáneo The Courtyard Bistro en el lateral de la Ciudad Prohibida y que a mí personalmente me pareció caro y con poco atractivo, pagamos unos 250 € cuando la media venía siendo unos 25 €.

Grande Italia con Cerveza

 

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