Restaurante Fijo, una cocina en miniatura con mucha chispa

Restaurante Fijo, una cocina en miniatura con mucha chispa y guiños a Perú. Pequeños grandes bocados que conquistan el paladar

Restaurante Fijo, una cocina en miniatura con mucha chispa y guiños a Perú. Pequeños grandes bocados que conquistan el paladar

Ana S. Diéguez

A escasos pasos de los juzgados madrileños de Plaza de Castilla nos topamos con un coqueto restaurante muy vinculado al mundo legal. Su artífice, Francisco José Abajo Abril  que decidió dejar atrás el mundo de la procura para embarcarse en el trepidante mundo de la hostelería.

Un apasionado gastrónomo, que disfrutó plenamente en compañía de su inseparable amigo, el chef peruano Fidel Meza López, recorriendo un sinfín de restaurantes de la capital antes de montar el suyo propio. Básicamente así arranco la andadura de restaurante Fijo. Un pequeño gran descubrimiento en la calle de Infanta Mercedes, a orillas de los juzgados de Plaza Castilla donde Francisco José, Paco, para los amigos, pasó largas horas durante su etapa de procurador.

Tras probar las últimas tendencias y realizar multitud de pruebas, Paco y Fidel lograron perfilar una apetecible carta de cocina en miniatura que resume la esencia de restaurante. Recetas de corte tradicional con guiños a Perú, la tierra natal de Fidel, que nos tientan a adentrarnos en la carta del restaurante. En forma de mini platos, se trata de un divertido concepto que nos permite probar un gran número de elaboraciones sin morir en el intento.

No podemos dejar de mencionar la interesante bodega con un gran número de referencias, que podemos pedir tanto por copas como por botellas e incluso adquirirlas a precios muy razonable para llevar a casa.

En nuestra visita, comenzamos saboreando un riquísimo aperitivo de la casa. En este caso, una suave cremita de calabaza con toque de pesto que nos condujo a unos maravillosos torreznos que acompañan de patatas chips caseras hechas al momento. Una delicia en toda regla, que dio paso a uno de los platos estrella de Restaurante Fijo, los langostinos Kataifi que acompañan con una hojita de menta y que nos parecieron verdaderamente adictivos.

Continuamos con las croquetas de jamón ibérico, de trufa y de torrezno y ají amarillo picante.  Todas ellas súper cremosas y rebosantes de sabor, aunque sin duda, la de torrezno nos pareció la más original. Paco nos sorprendió también con las bombas de huevo de Senén. Un pequeño bocado que explosiona en boca con un impresionante sabor.

Fidel nos hizo viajar a Perú con su sublime causa limeña y con su exquisito ceviche peruano. Dos recetas que borda, al igual que el lomo salteado, y que nos hacen comernos Perú a bocados sin necesidad de subirnos a un avión.

Rematamos nuestra visita con el rotundo falso risotto de setas y trufa y con unos originales callos con torreznos que nos hicieron mojar en su salsa a conciencia hasta dejar el plato resplandeciente.

De los postres, recomendamos probar el coulant de chocolate casero que preparan al momento y que merece la pena acompañar con helado de violeta. El final perfecto que hará las delicias de los paladares más golosos.

Restaurante Fijo, un pequeño restaurante con una gran esencia que nos deleita con una magnífica cocina en miniatura que una vez se prueba… nos tienta a volver.

RESTAURANTE FIJO

  • DirecciónC. de la Infanta Mercedes, 113, 28020 Madrid
  • Teléfono910 66 77 62
  • Precio Medio: entre 30€ y 35€

Bar Mi Niño Santa Marta de Tormes

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